El comercio tradicional o pequeño comercio del autónomo sigue siendo un sector muy importante para la economía así como una fuente de empleo y negocio. Muchos de ellos están sufriendo una caída de ventas y un menor consumo interno. Eso, por no hablar de la cuota de mercado que les han quitado los centros comerciales o las tiendas online.
Al final, los barrios de cualquier ciudad están compuestos en buena parte por tiendas de comercio tradicional, muchas de ellas con años y años a su espalda. Si éste es tu caso, y necesitas impulsar tu negocio, aquí tienes algunas ideas:
- Juega con las variables de marketing: un comercio tradicional tiene bajo su control variables como la presentación, el precio y las promociones. Un comercio minorista puede influir en el consumidor a través de su posición dentro del establecimiento, con los precios, y sobre todo fomentando la acción de compra a través de las promociones. Dentro de estas variables los carteles dentro de la tienda juegan un papel importante, sobre todo cuando incluyen mensajes como “oferta especial” así como presentar de forma adecuada los elementos dentro del escaparate para atraer a más clientes. En cuanto a la posición en el establecimiento ,hay que recordar que colocar ciertos productos a la altura de los ojos es un factor crítico para la compra. Esta cuestión es tan importante que las ventas pueden caer a la mitad si movemos un producto desde una estantería a la altura de los ojos hasta una a la altura de los pies.
- Reparte muestras: así podrás dar a probar la calidad de tus productos, lo que además de generar confianza reduce el riesgo en la compra del consumidor. Por ejemplo si vendemos quesos o embutidos, podemos dar a probar nuestro producto.
- Cuida la presencia física del establecimiento: diseño, imagen de marca, y estilo uniforme permite tener una campaña publicitaria permanente porque los consumidores al entrar en un comercio tradicional reciben una fuerte impresión sobre la personalidad de la tienda. Aspectos importantes son la disposición de estanterías, carteles o folletos publicitarios a lo largo del recorrido de la compra en el comercio tradicional. Algunas tiendas, como las de ventas de productos de belleza, han incrementado sus ventas al introducir pantallas con consejos interactivos para sus clientes. La publicidad en el punto de venta tiene una gran influencia porque más del 50% de las mismas se deciden dentro del comercio tradicional. Por eso, dentro del establecimiento hay que transmitir de una manera conjunta un mensaje persuasivo para el cliente.
