Esta diferencia es debida a que las pensiones se calculan a partir de la base de cotización durante la vida activa del trabajador, que es diferente para cada grupo.
En concreto, desde esta compañía hacen hincapié en que las diferencias en la cuantía de las pensiones entre los trabajadores no son complicadas de explicar ni entender, ya que responden a desiguales aportaciones en la Seguridad Social, desiguales pensiones y menos derechos generados.
Así, los asalariados pagan a la seguridad social en base a sus ingresos, mientras los trabajadores del RETA tienen libertad para elegir su base de cotización a la Seguridad Social, existiendo unos máximos y mínimos. Del mismo modo, la mayor parte de los trabajadores autónomos eligen la base mínima de cotización, al margen, de sus ingresos, ya que no está vinculada por Ley.
En este sentido, también se debe tener en cuenta que los trabajadores por cuenta ajena pagan una parte de su cotización a la Seguridad Social, pero que a la vez comparten esta cuota con el empresario que le contrata, que se hace cargo del pago de una parte.
Es por ello que los autónomos, al elegir mayoritariamente la base mínima de cotización a la Seguridad Social, están colaborando con el sistema, como si percibiesen un salario de determinado, lo que marca el tipo de prestaciones que van a recibir en consonancia a esta participación.
Estas diferencias explican que los expertos recomienden a los trabajadores autónomos ser conscientes de las diferencias de pensiones finales entre ellos y los asalariados, para no llevarse a engaños ni cometer errores. Es más: alertan de que la base mínima solo les va a dar derecho a percibir pensiones también mínimas.
